… La aceptación es divertida. Por un lado, estamos diciendo:
acepta tus errores y aprende de ello.
Por otro lado estamos diciendo:
Estás bien tal como eres.
Estamos diciendo: acepta tu oscuridad y llévala hacia la luz.
Cuando la lleves a la luz, la oscuridad desaparecerá. Pro, ¿qué pasa si no desaparece?
A veces, cuando trato de llevar oscuridad a la luz,es la luz la que parece desaparecer, y me quedo en una oscuridad aún mayor.
¿Qué puedo hacer entonces?
Entonces tengo ante mí una elección muy simple: puedo castigarme a mí mismo, sentirme fracasado y condenar a Dios y al mundo, o puedo aceptar donde estoy.
<< Aquí estoy, en la oscuridad, y no parece haber ninguna luz. Está bien. Simplemente estoy aquí. No hay alabanza. No hay culpabilidad>>.
Cuando hago esto, me convierto en la luz que estaba buscando. Cada gesto de autoaceptacion desvela la luz interna y ayuda a aligerar mi camino. Es posible que la ligereza sólo me dure un inuto más, pero eso está bien. Cuando me acepto, el paso siguiente viene por sí mismo.