¿Riesgo de recesión? La advertencia que lanza el índice de rascacielos.
elEconomista.es
Madrid, 18/04/2022 – 7:01
Los edificios más altos se han construido en vísperas de crisis.
El pánico de 1907, el crac del 29 o la crisis del 73 son buenos ejemplos.
El escenario económico mundial se las prometía felices tras la pandemia. Los más optimistas adelantaban una fuerte recuperación, tras un par de años lastrados por los efectos del coronavirus. Pero, llegados a la hora de la verdad, no parece que se vaya a cumplir esta profecía. La inflación, la invasión de Ucrania, la crisis de las energías… han complicado la situación.
Tanto que ya son muchas las voces que apuntan a que el riesgo de recesión es cada vez mayor. Analistas económicos, bancos centrales, organismos internacionales, think tanks… aseguran que la amenaza es real.
Pero más allá de los indicadores económicos más convencionales, hay otra serie de señales, no oficiales, más informales, que a lo largo del tiempo han ayudado a vigilar la salud de la economía global.
Es el caso, por ejemplo, del llamado ‘índice de rascacielos’. Este indicativo fue creado por el analista inmobiliario británico Andrew Lawrence en 1999. El autor señala que los ciclos económicos y la construcción de rascacielos están relacionados, que los edificios más altos del mundo se han construido en vísperas de crisis.
La inversión en rascacielos alcanza su máximo cuando el crecimiento cíclico está agotado y la economía está lista para la recesión.
Lawrence explicó, en una entrevista en 2012, que había estudiado hasta el siglo XIX, y había encontrado numerosas pruebas que confirmaban la correlación entre ambos factores.
¿Pero qué teoriza este índice? Que la inversión en rascacielos alcanza su máximo cuando el crecimiento cíclico está agotado y la economía está lista para la recesión. Lawrence explicó que la finalización de estos rascacielos tiende a «coronar lo que es un gran auge de la construcción». Sin embargo, señaló que el problema no es el edificio alto en sí, sino cuando hay un grupo de estos rascacielos.
La lógica detrás de este índice, también conocido como la maldición de los rascacielos, es que la construcción de este tipo de edificios, altos, caros, poco prácticos y ostentosos, es indicativo de derroche en momentos de auge económico, y suelen estar propiciados por la presencia de dinero barato en el mercado. Caldo de cultivo para la creación de burbujas. Y cuando estas explotan, llega la recesión.
Este concepto ha sido analizado en el marco de la teoría austriaca del ciclo económico, basado a su vez en las teorías de Richard Cantillon en el siglo XVIII. El economista Mark Thornton enumeró tres efectos de Cantillon que dan validez al índice de rascacielos: el primero, la disminución de las tasas de interés al inicio de una fase expansiva, que impulsa los precios del suelo. El segundo, la disminución de las tasas de interés, a su vez, permite que el tamaño de una empresa aumente, creando demanda para mayores espacios de oficinas. Y, por último, las bajas tasas de interés proporcionan inversión en las tecnologías de construcción, que permiten romper los récord previos a la altura de edificios. Tres factores que alcanza su máximo al final de la fase de crecimiento.
Los casos del pánico de 1907, el crac del 29, la crisis del petróleo y la crisis financiera de Asia.
Los ejemplos que confirman la validez de esta teoría son múltiples. El primer ejemplo notable lo encontramos en 1907. El pánico financiero que se vivió en aquel año, una de las mayores crisis financieras de la historia de Estados Unidos, vino precedido de la puesta en marcha de dos rascacielos que se convirtieron en los más altos del mundo: el Singer Building y la Met Life Tower.
Poco antes del crac del 29 comenzó a construirse otra cadena de rascacielos que se convertirían en los más altos del mundo. Hablamos del 40 de Wall Street, conocido hoy como la Torre Trump, el Edificio Chrysler y el Empire State. Los heraldos de la gran recesión, los llamó Thornton.
¿Más ejemplos? El World Trade Center, en Nueva York, y la Torre Sears, en Chicago, que también se convirtieron en los más altos del mundo, fueron inaugurados en 1973. Coincidió con el crac bursátil y la crisis del petróleo, que lastró la economía durante años.
El último caso que señala Lawrence está en Asia. Se trata de las Torres Petronas, los más altos del mundo durante cinco años, que abrieron sus puertas coincidiendo con las crisis financiera asiática.
¿Y ahora? ¿Hay alguna construcción de este tipo que indique que podemos estar a las puertas de una recesión? Pues, por desgracia, parece que sí. En 2021 se terminó de construir la torre Merdeka 118, en Kuala Lumpur, la segunda más alta del mundo; y la Torre Steinway en Nueva York, el rascacielos más estrecho del mundo, y uno de los más altos de occidente.
Críticas y detractores.
La teoría, por supuesto, tiene lagunas, por lo que ha recibido numerosas críticas. La principal es que es poco fiable, y que recesiones como la posterior a la primera Guerra Mundial, la de 1937 o la de los primeros años 80 no se caracterizaron por proyectos de rascacielos destacados.
Otro estudio de 2015 también llegó a la conclusión de que hay cierta relación entre la altura de los edificios y los ciclos económicos, pero no como señala Lawrence. El informe, elaborado por Barr, Mizrach y Mundra, destaca que la evolución del PIB permite predecir cambios en la altura de los edificios, ya que la altura extrema es impulsada por el rápido crecimiento económico. Pero, al revés, la altura no es fiable como indicador de recesiones inminentes.
Comentario a la noticia en @CatSeguros By Niklauss.
El absurdo del Ser Humano, probablemente, no tiene límites … ¡la Soberbia, tampoco!.
Son innumerables l@s integrantes de los diferentes Cuerpos de Bomberos, repartid@s por toda la superficie terrestre, l@s que nos comunican frases como «es absurdo construir edificios cuya altura está muy por encima de aquella a la que nosotr@s podemos acceder para sofocar incendios».
La altura con la que se construyen los edificios muestra, muy probablemente, el grado de soberbia de quienes los promueven y aportan sus enormes costes de construcción. Sin tener en cuenta, para ello, la más que discutible utilidad práctica.
A tenor de este artículo, se nos antoja que el #IndiceRascacielos es un claro y sencillo índice de cuan próximos podemos estar de la próxima gran recesión global.
Moraleja:
«No debemos cometer la osadía de alcanzar las nubes, sin tener la seguridad de que los cimientos que nos soportan son lo bastante seguros, robustos y profundos como para soportar nuestro aparente leve peso».
FUENTE: elEconomista.es.
Noticia recopilada y comentada By Niklauss.