«Toda jornada es continuación de la anterior; y, prefacio de la siguiente».
Éste es uno de los motivos por los que, en esta jornada, se entrelaza el discurso inicial de la jornada 54 con una nueva meditación en esta jornada 55.
Niklauss.
DISCURSO 28.
Maranasati 1.
Así como los seres del mundo,
quienes una vez han gozado de gran prosperidad, morirán,
aun así un día moriré yo también.
La muerte vendrá a mí.
Esta muerte ya ha venido junto con el nacimiento.
Por lo tanto, como un verdugo,
la muerte siempre busca una oportunidad para destruir.
La vida, sin detenerse por un momento,
y siempre interesada en avanzarse,
corre como el sol que se apresura a ponerse después de su salida.
Esta vida llega a su fin como un relámpago,
una burbuja de agua, una gota de rocío en una hoja,
o una línea dibujada en el agua.
Como el enemigo decidido en la matanza, la muerte nunca se puede evitar.
Si la muerte pudiera llegar en un instante a los Budas,
dotados de gran gloria, destreza, méritos,
poderes y sabiduría súper normales,
¿qué se podría decir de mí?
Estoy muriendo en cada instante,
y en un momento moriré en un abrir y cerrar de ojos,
por falta de comida, o por dolencias internas,
por cambios climáticos
o por lesiones externas.
Ian Paul Lee.
MEDITACIÓN 29.
La Inpermanencia y la Muerte.
Maranasati 2.
La meditación de Maranasati es una práctica antigua. La contemplación correcta nos lleva a comprender que la muerte es natural, normal y formará parte de nuestra propia experiencia. La atención plena ayuda a superar el miedo. Más importante aún, la contemplación correcta estimula una práctica más profunda.
Es por ello que estaremos varios días con esta práctica serán 5 en total.
Adriana Araceli VACA CHÁVEZ
La Inpermanencia y la Muerte.
Maranasati 2.
(Nota: aunque el audio diga «Meditación 21″, sí corresponde al orden indicado de Meditación 29». Gracias de antemano por su comprensión).
Ian Paul Lee.
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