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DISCURSO 7.

El Inconsciente.

En el reino del inconsciente o subconsciente está la sustancia de la neblina del desorden emocional irracional vital, creada por el mal uso de la mente, la reacción sentimental y emocional y la expresión de las iniquidades. Podemos llamar esta miasma el ‘condicionamiento’ que esconde la ‘Realidad’,  todo lo que es bueno, bello y verdadero que está en nuestra esencia. La luz que generamos en la meditación, en la ayuda activa a nuestro entorno y en la reflexión, transforma el ‘in-consciente’ en ‘consciente’, y eventualmente, el ‘consciente’ en ‘super-consciente’.

El primer paso es desarrollarnos como ‘el observador’ y practicar la indiferencia divina a las voces, los impulsos y las reacciones del yo inferior. Al no prestar atención o dar importancia a las voces y fuerzas inconscientes, cuando surgen, pierden energía y pierden poder, y finalmente mueren por completo.

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IDEAS PARA REFLEXIONAR:

EL ESPEJISMO DE LA ASPIRACIÓN.

Quién está controlado por esta falsa realidad se siente totalmente satisfecho de sí, se preocupa por su anhelo de ir hacia la luz y se respalda en el hecho de que es un buscador espiritual. Es necesario que estas personas avancen en el sendero de la práctica de meditación, servicio y el estudio de la psicología espiritual, y dejen de preocuparse y sentirse satisfechos de sus ambiciones y metas espirituales.

¿Cómo saber si tienes este espejismo activo?

• No te levantas antes del amanecer para meditar, estudiar y reflexionar.
• Predicas a otros pero no te esfuerzas mucho en el camino espiritual.
• No tienes un conocimiento profundo de las leyes espirituales.
• No practicas el Ley de Dar, no sacrificas tu tiempo mucho en el camino de vuelta Dios.
• Huyes de las Leyes de dolor y sufrimiento que te purifican «Hasta aquí nomás!» No saltas en el Fuego Divino.
• No respondes a las necesidades en tu entorno espontánea e inmediatamente.
• Siempre tienes una excusa para no esforzarte.
• Tu vida es cómoda y calculada «Esto es para mí y eso es para los demás, mí Maestro y para Dios».
• No organizas tu vida según tu visión del Plan Divino, sino según tus planes personales.
• Practicas un camino espiritual personal (MI desarrollo personal, MI paz, etc) y no cultivas la consciencia y amor grupal.
• Te identificas con tu cuerpo denso físico más que tu cuerpo energético.
• Estás más centrado en la emoción y el «sentir» que en la consciencia del alma, y defines el amor como una emoción.
• Buscas la cosas del momento y no eternas; das importancia más a tu destino inferior en el plano físico que a tu destino superior espiritual.
• Pones tu vida personal y familia primero, y no estás en contacto con la Realidad espiritual y mundial.

Paradójicamente, si uno disipa este espejismo y se sacrifica en el camino espiritual, tendrá más recompensa en todos los aspectos, y todo lo que se necesita para cumplir su deber al mundo, a su familia y al bien común. El Camino a la Liberación, por definición, exige la práctica del Amor y la Voluntad Espiritual, que son incompatibles con el deseo personal, egoísta, separatista y el amor condicional. Superando este espejismo, y lazándose a la batalla, uno alcanzará grados de Liberación en el sentido de la unión de parte con el Todo; ¡una Liberación permanente y no temporal!

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Ian Paul Lee.

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