La Comisión Europea advierte sobre la necesidad de adoptar nuevas medidas “compensatorias” para garantizar la sostenibilidad de las pensiones.
Pierre Moscovici, comisario europeo de Asuntos Económicos. Comparecencia conjunta de Moscovici y el vicepresidente de la Comisión Europea, Vladis Dombrovskis, este miércoles en Bruselas. FOTO: OLIVER HOSLET (EFE) | VÍDEO: EFE
Bruselas acota el espacio para los próximos Presupuestos. Tras examinar los planes remitidos por España para 2020, la Comisión Europea señala un “riesgo de desviación significativa” respecto a las reglas comunitarias, según el borrador de la evaluación que aprobará este miércoles y al que ha tenido acceso EL PAÍS. El Ejecutivo comunitario advierte a España por el peligro de apartarse de los ajustes requeridos y por no realizar un “progreso suficiente” en la reducción de la deuda. Por ello, reclama al próximo Gobierno unas cuentas que cumplan con las normas y que destine cualquier ingreso extra que logre a rebajar la deuda.
España llega por cuarto año consecutivo al examen de noviembre de la Comisión Europea sin los deberes hechos. Bruselas deberá pronunciarse este miércoles de nuevo sobre su trayectoria fiscal y financiera basándose en una prórroga presupuestaria. Y aunque toma nota de que la situación política impide sacar adelante unas cuentas para 2020, su veredicto es que “el borrador de proyecto presupuestario de España”, que la ministra en funciones Nadia Calviño remitió a Bruselas en octubre, “corre el riesgo de no cumplir con las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento”.
Esa conclusión, según el documento que se someterá a la aprobación del Colegio de Comisarios, se apoya en dos pilares. Primero, la Comisión advierte del peligro de que las finanzas públicas se desvíen de forma “significativa” de la senda de ajuste marcada para lograr la estabilidad financiera a medio plazo. Y segundo, el Ejecutivo comunitario no prevé que España “progrese lo suficiente hacia el cumplimiento con el criterio de reducción de deuda en 2019 y 2020”.
"…Atentos: ni una palabra sobe el fraude fiscal, ni sobre el desempleo, ni sobre la pobreza …" https://t.co/JFd79YH7GS ¿Me entienden ahora a lo que apunto en mi trayectoria y comentarios, reclamando que "tod@s abramos los ojos y actuemos consecuentemente"?
Directivos con sueldos estratosféricos, filiales dislocadas en territorios con normativas fiscales ventajosas, sueldos inferiores para las mujeres y brechas salariales desmesuradas entre los máximos ejecutivos y la media de la plantilla. Estos son los elementos que la ONG Oxfam-Intermón esgrime en su informe Quien parte reparte para lanzar una reprimenda a las empresas del Ibex 35. La organización concluye que las sociedades cotizadas, que podrían tener una influencia decisiva en la reducción de la desigualdad, ganan mucho y redistribuyen poco, contribuyendo a alimentar un círculo vicioso que ensancha las distancias en lugar que reducirlas.
El informe, publicado este miércoles, señala que la brecha media entre el sueldo más alto y el salario medio de cada empresa es de 123 veces en empresas del Ibex. Usando otras magnitudes: los primeros ejecutivos de estas sociedades ganaron 4,4 millones de euros de media en 2018, frente a los 35.810 de sus plantillas. Inditex es la compañía con la brecha más amplia: en el coloso de la moda el máximo directivo percibe 455 veces más que el salario medio de sus empleados.
En realidad, la brecha entre el salario más alto y la media de la plantilla ha disminuido algo con respecto a 2017 (132), debido a que las remuneraciones de los máximos ejecutivos se han reducido, explica Miguel Alba, economista y autor del estudio. Pero si el foco se amplía y se analizan las remuneraciones de los altos directivos, sí se ve cómo la desigualdad ha aumentado, ya que el sueldo medio de este colectivo se incrementó un 6% frente a un descenso del 1,2% para el resto de los trabajadores. Por ello, la ONG lamenta que pese a la recuperación económica y los mejores resultados empresariales, los beneficios no se han trasladado a las plantillas sino a los accionistas, ya que de cada 4 euros que las compañías ganaron en los últimos cinco años 3 se destinaron a dividendos.
El informe también destaca que existe una brecha salarial de género del 15% en promedio en las empresas que cotizan en la Bolsa española. El Banco Santander es la empresa donde hay mayor distancia entre los sueldos de los trabajadores en función del sexo, seguida por Mapfre, pero es Cellnex la compañía con menos mujeres en su cúpula directiva: cero. En cambio, hay cuatro empresas donde hay paridad salarial: Acerinox, Iberdrola, Inditex y Melià Hoteles.
Las Fuentes:
¿Hay alguien a quien le resulte ética y moral esa exageradisima diferencia?
La directora del FMI, Kristalina Georgieva (chaqueta azul), recibe un aplauso al terminar su primera sesión con el comité financiero del organismo. STEPHEN JAFFE (EFE)
Cuando las distracciones desaparecen, llega el encuentro con la realidad. En economía, corresponde a los Gobiernos y autoridades supervisoras anticipar esas situaciones para poder gestionarlas sin excesivos sobresaltos. En la actualidad, las tensiones comerciales, las disputas energéticas o el Brexit son problemas de primera magnitud y no está claro cuánto se prolongará la incertidumbre que llevan y, aún menos, sus consecuencias. No obstante, son situaciones de índole geopolítica, y será en ese ámbito en el que se resuelvan o empeoren.
Tras ese denso embrollo, aparece aquello de lo que la economía mundial adolece ya estructuralmente: dificultades importantes de sostenibilidad de la deuda. Es una cuestión que apareció recurrentemente en las reuniones del Fondo Monetario Internacional (FMI) celebradas la semana pasada. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ha señalado que una recesión global podría elevar el porcentaje de deuda mundial en riesgo de impago hasta el 40% del total (19 billones de dólares). Y el Informe sobre Estabilidad Financiera Global señala que la deuda calificada como de «grado especulativo» ya supera el 50% en China y en Estados Unidos.
Los bonos y otros instrumentos de renta fija son hoy epicentro de inestabilidad. Es una obligación importante, una misión prioritaria, evitar que se conviertan en la razón del próximo gran revolcón financiero. El problema ha estado en el remedio. Indudablemente, la política monetaria es la que ha sacado a muchas economías de la crisis pero ha dejado una abundancia de liquidez y unos tipos de interés tan bajos que la rentabilidad de la deuda pública y privada no está reflejando adecuadamente su riesgo. Muchas empresas en todo el mundo no podrían haber subsistido estos años en un entorno financiero normalizado.
En este ámbito corporativo, el mecanismo de ajuste habitual es que unas salen y otras entran pero muchas siguen operando como zombis, sostenidas por un halo de vida ajeno a su eficiencia y capacidad de generación de ingresos. Si los tipos de interés subieran, una señal de normalización, podría haber un cierta «apocalipsis zombi» y las autoridades lo saben. Eternizar esta situación no es solución alguna.
La sostenibilidad de la deuda comienza por las finanzas públicas. Este lunes, EL PAÍS publicaba una entrevista al director del departamento europeo del FMI que señalaba que Europa se enfrentaba a un largo período de bajo crecimiento. Lo hace con muchas de sus economías con escasa capacidad de gasto público. España entre ellas. Con el inicio de esta semana, el Banco de España recordaba que la deuda sigue anclada en el 98% del PIB. Solo hay lugar para la eficiencia para poder dar impulso desde los Presupuestos Generales del Estado.
En el ámbito privado, cabe congratularse del esfuerzo realizado por hogares y empresas para reducir su endeudamiento desde casi el 190% del PIB durante la crisis hasta el 132% actual. Claro está, esto supone un coste de oportunidad en términos de inversión pero parece el único modo de ir saliendo de este embrollo. Que esa “desactivación controlada” sea posible en todas las economías está por ver. El crecimiento futuro está comprometido por la forma de crecer en el pasado.
La inauguración de Palmas Altas, la mayor gran superficie de Andalucía, coincide con el aniversario de Torre Sevilla, una circunstancia que cuestiona la capacidad de la ciudad para absorber estas ofertas de ocio y consumo.
Interior del centro comercial Palmas Altas-Lagoh, en Sevilla. PACO PUENTES (EL PAIS)
El primer año de andadura del centro comercial Torre Sevilla, en la capital andaluza, quedó diluido por la apertura, justo el mismo día de su aniversario, de Palmas Altas-Lagoh, otro megaespacio dedicado al ocio y a las compras que con unas expectativas de actividad y negocio que buscan revolucionar el comercio sevillano. La ciudad ha abrazado en apenas 12 meses dos grandes superficies que, si bien son muy distintas entre sí, han levantado dudas sobre la capacidad para absorber este tipo de ofertas en tan poco tiempo y su coexistencia con el comercio tradicional del casco histórico.
“Con el centro comercial de Palmas Altas-Lagoh queda bien dotada la oferta del comercio para Sevilla. Hemos venido a completarla”, explica a este diario Miguel Pereda, consejero de Lar España y CEO de Grupo Lar Iberia, promotor del proyecto que el pasado viernes abrió sus puertas al público. Se trata del centro comercial más grande de Andalucía. Los 200 millones de inversión total son el mayor desembolso que se ha hecho en la ciudad de Sevilla desde la crisis. Su previsión de ingresos anuales es de 17 millones, “por encima de lo que esperábamos”, apunta Pereda. Palmas Altas se alza sobre 100.000 metros cuadrados que albergan 200 locales comerciales, de hostelería y de ocio distribuidos en torno a un lago artificial que es el epicentro del recinto. A su alrededor se erige un complejo de ocio y entretenimiento de 4.000 metros cuadrados con el que la empresa impulsora, la española Urban Planet, quiere atraer al millón y medio de habitantes de Sevilla y la de su zona de influencia y los seis millones de turistas.
Si Palmas Altas-Lagoh apuesta por el entretenimiento, el ocio y la restauración, Torre Sevilla se decanta por combinar el espacio comercial con el cultural que brinda Caixa Fórum y la experiencia gastronómica y arquitectónica de su hotel de cinco estrellas en la cúpula de la Torre Pelli. “Creemos que son dos proyectos conceptualmente diferentes y que Sevilla, siendo la cuarta ciudad más grande de España tiene capacidad suficiente para asumirlos”, indica Jordi Soldevila, presidente del Puerto Triana, filial de CaixaBank y promotora del conjunto Torre Sevilla, que hace un balance muy positivo de su primer año de andadura. “El impacto para la economía de la provincia ha sido de más de 1.200 millones de euros y hemos superado los ocho millones de visitas en 11 meses. Hemos convertido a la isla de la Cartuja en un lugar indispensable para las compras y el turismo de Sevilla”, señala.
Las dos grandes superficies que se han puesto en marcha en este año estaban planificadas en el Plan General de Ordenación Urbana, indica el Ayuntamiento, y se enmarcan en una estrategia de crecimiento de la ciudad. Torre Sevilla ha venido a nutrir de servicios a la zona de La Cartuja, un área eminentemente empresarial donde apenas había espacios comerciales. Palmas Altas forma parte de una expansión de la capital hacia el Sur, donde está previsto levantar 2.100 viviendas y construir la ciudad de la Justicia. “Aspiramos a que en unos años este centro pueda ser La Vaguada de Madrid, un espacio integrado en la ciudad”, señala José Manuel Llovet, director de la división de retail, oficinas y logística del Grupo Lar.
La apertura de estos centros comerciales ha supuesto un revulsivo para otras grandes superficies de la capital andaluza. “Nosotros notamos un descenso de visitas en los primeros meses tras la apertura de Torre Sevilla, pero luego hemos vuelto a recuperar a nuestros clientes”, explica Daniel Motilva, gerente del centro comercial Los Arcos, el más antiguo de la ciudad. Motilva reconoce que la apertura de Palmas Altas-Lagoh les ha obligado a reposicionar su espacio, atrayendo nuevas marcas y buscando fidelizar al cliente de cercanía. “Con esta última gran superficie quizás hemos alcanzado ya el máximo de oferta en la ciudad en cuanto a centros comerciales, aunque la competencia siempre viene”, reconoce.
Los Arcos recibe siete millones de visitas anuales. Palmas Altas-Lagoh espera atraer 15 millones, lo que da una imagen de la magnitud del nuevo proyecto. Sevilla sigue la tendencia de España en cuanto a proliferación de grandes superficies -en los próximos tres años está prevista la apertura de 17 centros comerciales en todo el país-. Una estrategia que contrasta con el cambio de hábitos de consumo en EE UU, el país creador de la cultura del mall. Allí, ese modelo está cayendo en desuso y las grandes locomotoras comerciales apuestan por abrir tiendas de pequeño tamaño dentro de la ciudad. Los promotores de Palmas Altas y Torre Sevilla coinciden en desligar radicalmente el patrón estadounidense del español. “El sector de los centros y los parques comerciales es uno de los motores de la economía, con una cuota de mercado en nuestro país del 17,7%. Y en el caso de Sevilla, entendemos que hay capacidad para asumir nuevos proyectos”, defiende Soldevila.
Competencia para el pequeño comercio
Más crítico se muestra el sector del pequeño comercio que, además de a los desafíos del consumo online y del alto coste de los alquileres que determina la sustitución de los negocios tradicionales por las grandes franquicias, ven en la continua apertura de grandes superficies una amenaza directa para los puestos de trabajo. “Se habla de la creación de nuevos empleos, pero no se dice nada de todos los que se destruyen en nuestro ámbito”, se lamenta Tomás González, presidente de Aprocom, la Federación de Comerciantes de Sevilla, una de las más críticas con la instalación de grandes superficies en la capital. “El consumo atrae al consumo y la presencia de centros comerciales en Sevilla significa evitar una huida del gasto a otras poblaciones o a otros canales de venta”, replica Soldevila.
Palmas Altas va a generar 1.800 puestos de trabajo permanentes, muchos de ellos de nueva creación. Aprocom no ha calculado las pérdidas para su sector. “El año pasado hubo 340.000 bajas en el pequeño comercio de toda España”, ilustra su presidente. Desde el Ayuntamiento de Sevilla rebajan la preocupación. La apertura de Torre Sevilla, a escasos metros del barrio de Triana, uno de los polos comerciales de la ciudad, ha provocado “un incremento de la actividad en esa zona, especialmente por el impacto del turismo”. En el consistorio recalcan que en la capital andaluza, contrariamente a lo que está sucediendo en otros centros históricos, donde la actividad comercial se está viendo reducida en beneficio de la restauración, se ha registrado un incremento del 6%.
González advierte de que la proliferación de franquicias está provocando un mimetismo en todos los cascos históricos de Europa que perjudica la singularidad de las ciudades. Sin embargo, en el caso de Palmas Altas-Lagoh se ha cuidado la esencia sevillana. A las puertas del lago la confitería La Campana, uno de los establecimientos emblemáticos de la ciudad, ha abierto su segundo establecimiento. Un espacio luminoso, moderno y acristalado que contrasta con el estilo modernista de su escaparate en el corazón de Sevilla. “Hemos traído marcas nacionales e internacionales que no estaban en la ciudad, pero para nosotros, albergar a La Campana es un orgullo”, señala Pereda.
A la espera de constatar cuál va a ser el impacto de la apertura del megacentro de ocio de Palmas Altas-Lagoh, está claro que su presencia va a tener un impacto en la capacidad de compra. Pero, como señala Francisco Tato, presidente del Colegio de Economistas de Sevilla, “no por tener más grandes superficies se compra más”.
Por nuestra parte, cabe decir que, hasta la fecha y desde la Revolución Industrial, EE.UU. ha estado marcando las pautas del Sistema Consumista en el que vivimos. Por lo que intuimos que «España está llegando tarde; o bien, el nuevo sistema que llegue para sustituir al Ultra-Consumista actual será acogido de forma diferente en España».
Aunque la mayoría ve mal o muy mal tener que acudir de nuevo a las urnas el 10 de noviembre, este rechazo es superior en la izquierda y el centroderecha.
De izquierda a derecha, Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos), Pablo Iglesias (UP) y Santiago Abascal (Vox).
La repetición de elecciones, debida a la parálisis política, decepciona, enfada o preocupa a más del 90% de los españoles, según un sondeo de 40dB. para EL PAÍS. Aunque la mayoría ve mal o muy mal tener que acudir de nuevo a las urnas el 10 de noviembre (68,5%), este rechazo es superior en la izquierda (79,1% de los votantes de Unidas Podemos y 74,5% del PSOE) y el centroderecha (71,3% de Ciudadanos), que entre los electores de la derecha (58,9% del PP y 47,5% de Vox). Los encuestados responsabilizan del bloqueo más a la izquierda que a la derecha: el 75,9% culpa mucho o bastante al PSOE; 68,2% a Unidas Podemos, 57,8% a Ciudadanos y 51,9% al PP. El 54% cree que el funcionamiento de la democracia se ha deteriorado en estos meses.
La falta de acuerdo político y la consecuente repetición de las elecciones —las cuartas generales en cuatro años— no dejan indiferentes a los españoles. El 35,7% de los participantes en la encuesta, realizada entre los pasados días 18 y 20 (después de que el Rey renunciara a proponer candidato a la investidura), se sienten decepcionados: el 33,9%, enfadados; y el 22%, preocupados. Solo el 4,4% dicen sentirse aliviados por acudir de nuevo a las urnas.
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SEGUROS NECESARIOS (y, quizás, imprescindibles) para cualquier miembro de la población:
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Los decepcionados son más entre los votantes del PSOE (un 37%) y Unidas Podemos (40,8%), los partidos que protagonizaron las negociaciones de la investidura, y Ciudadanos (40,3%) que entre los del PP (27,3%) y Vox (25,9%). También los electores de izquierda y centroderecha se muestran más enfadados (39,4% UP, 37% Cs y 35,7% PSOE) que los de la derecha.
Los encuestados, 1.544 personas entrevistadas online, no muestran desapego hacia el sistema democrático, pero sí hacia su funcionamiento, que el 54% considera que ha empeorado en estos meses. Desde esta perspectiva, los partidos políticos y sus líderes serían los responsables de no haber sabido o podido traducir los resultados electorales en un acuerdo.
Los votantes de Unidas Podemos, con un 60,7%, y los de Vox, con un 64,4%, son los que más perciben que el bloqueo político ha dañado el funcionamiento del sistema democrático.
A pesar de los problemas que ha traído la aparición de nuevos partidos y la fragmentación del mapa político, solo el 16,3% considera que sería deseable la vuelta al bipartidismo, mientras que el 83,7% de los encuestados creen que los partidos “deben afrontar el nuevo escenario multipartidista y habituarse a pactar”.
Entre los votantes del PSOE y del PP es mayoritaria (35% del total) la consideración de que los electores ya hicieron su parte al votar el 28 de abril y que “ahora les toca a los políticos ponerse de acuerdo”; mientras que entre los de Vox son mayoría quienes afirman que “hemos votado muchas veces en poco tiempo”. El disgusto de los electores de Cs les lleva a afirmar (34,9%) que “ningún partido» merece su voto, una afirmación que también suscriben el 31,7% de los electores de Unidas Podemos quienes, en la misma proporción, también creen que se ha votado ya muchas veces.
A 50 días de las elecciones, el sondeo registra un grado alto de desmovilización, aunque no afecta a todos los partidos por igual. Los potenciales votantes de Vox y Unidas Podemos se muestran como los más inasequibles al desaliento. En una escala de 0 al 10, los partidarios de esas dos formaciones están en el 9 y el 8,8, respectivamente, en la probabilidad de ir a votar el 10 de noviembre. Los menos movilizados son los votantes de Ciudadanos, con un 7,6 mientras que los del PSOE se sitúan en el 8 y los del PP, en el 8,7.
Con estos datos, del todo provisionales, en pleno proceso de interiorización del fracaso de formar Gobierno, la movilización vuelve a ser la tarea más imperiosa para los partidos. De momento, el clima social nada tiene que ver con el existente en la primavera pasada, cuando los ciudadanos fueron convocados a las urnas el 28 de abril, para unas elecciones generales, y unas municipales, autonómicas y europeas, un mes después. Entonces, se produjo una fuerte movilización de la izquierda, con el acicate de impedir la formación de un Gobierno con la suma del PP, Ciudadanos y Vox, a la manera del acuerdo sellado en Andalucía. El objetivo era conseguir con el voto que el bloque de la derecha no sobrepasara a la izquierda. La participación llegó entonces al 75%, mientras que las previsiones actuales muestran un porcentaje que no alcanza el 63%, según este primer estudio.
Nada está determinado aún sobre el comportamiento electoral que se producirá el 10 de noviembre, una convocatoria que se hará oficial en la medianoche de mañana, cuando concluya el plazo de dos meses desde la investidura fallida de julio pasado sin que haya presidente del Gobierno.
Los resultados de la encuesta ponen de manifiesto la frustración que ha producido en la sociedad española la ausencia de acuerdo entre las fuerzas políticas y la necesidad de acudir de nuevo a las urnas. No obstante, dentro de este sentimiento generalizado de decepción, hay un grupo significativo de electores que contempla con “alivio” que no se haya constituido un Gobierno de izquierdas (el 23,1% de los votantes de Vox comparten esta opinión) y que ve en la cita del 10-N una segunda oportunidad.
El reto de la izquierda es conseguir que la frustración de sus electores no les lleve a la abstención.
La Fuente y las opiniones en la red:
L. NICOLÁS CENTELLES (@Luis_NICOLAS_C) twitteó a las 8:35 a. m. on mié., sept. 25, 2019: Excelente aportación y comentario. Much@s somos l@s que no esperamos gran cosa o, incluso, nada. Es por ello que ya sabes lo que yo aconsejo hacer en esas próximas votaciones: la indiferencia es el mayor castigo a quien, siendo un@ aprovechad@ «nos pide» nuestro apoyo. (https://twitter.com/Luis_NICOLAS_C/status/1176747097288249344?s=03)
La desaceleración ya se nota en el mercado laboral con intensidad. En julio bajó el paro y aumentó la afiliación a la Seguridad Social, pero los datos son los más bajos desde hace años en ambos casos, más teniendo en cuenta que se trata de un mes de julio, en el que el trabajo de la temporada alta del verano suele animar las estadísticas de empleo. El desempleo se redujo solo en 4.253 personas, la cifra más baja desde 2008; la afiliación creció en 15.514 cotizantes, el menor aumento desde 2012, según datos del Ministerio de Trabajo.
Este último incremento, aunque modesto, ha sido suficiente para volver a elevar el máximo histórico de cotizantes con empleo en la Seguridad Social. Ahora hay 19,53 millones. Se bate así el récord marcado en junio. También baja el paro hasta los 3,01 millones de desempleados. Se incumple así la previsión apuntada por Pedro Sánchez en su discurso del debate de investidura fallida, el lunes 22 de julio, cuando aseguró: «todo indica que en julio el número de parados bajará de los tres millones por primera vez desde 2008».
Los datos divulgados este viernes por Trabajo confirman la desaceleración que se vio en la encuesta de población activa (EPA) del segundo trimestre del año del INE y apuntan que la tónica se mantiene en la segunda mitad del año. No obstante, la tendencia de fondo sigue siendo positiva: tanto los números anuales como los desestacionalizados muestran un incremento de la afiliación a la Seguridad Social.
Contratos en sanidad y empleo de verano.
El aumento de la afiliación ha llegado, según los datos del régimen general, de los asalariados, por las contrataciones de la rama sanitaria y de servicios sociales, en la que se han dado de alta 54.465 personas, por en el comercio hubo 40.417 afiliados más y en la hostelería, 29.262. También hubo ganancias en las actividades administrativas y en la industria manufacturera.
L. NICOLÁS CENTELLES (@Luis_NICOLAS_C) twitteó a las 5:50 p. m. on mié., ago. 07, 2019: Los «augureos» sobre la nueva recesión q se nos viene encima. Seguramente, profesor, seremos interpelados como «malos augureros»; d igual modo a como se hizo en verano/2007. Sin embargo, posteriormente la realidad no dió la razón. A partir Oct/2019 veremos quién la tiene ahora. (https://twitter.com/Luis_NICOLAS_C/status/1159129719301955585?s=09)
España es el país de la Unión Europea con la tasa de mortalidad anual más baja. En 2016, hubo 829 muertes por cada 100.000 habitantes, por debajo de las 1.002 de media europea, según los datos publicados este martes por Eurostat, la oficina de estadística comunitaria. Los expertos coindicen en su diagnóstico: a la dieta rica en frutas, verduras y pescado se suma la sociabilidad, los españoles dan más importancia a pasar tiempo fuera de su casa con su red de amigos y eso se traduce en mayor movimiento. “Aunque los países nórdicos tienen un PIB per capita superior —Suecia ocupa el puesto número 17 y España el 34, según datos del Fondo Monetario Internacional—, en los países mediterráneos hay un estilo de vida que favorece la longevidad”, apunta Manuel Anguita, presidente de la Sociedad Española de Cardiología.
Junto a España, los otros tres países con menor tasa de decesos fueron Francia (838), Italia (843) y Malta (882), también en el arco mediterráneo. En el polo opuesto, Bulgaria (1.600), Letonia y Rumanía (ambas con 1.476) presentaron las mayores tasas.
Las causas de muerte siguen siendo las mismas que en ediciones anteriores:
De las 5,1 millones de personas que murieron en la UE en 2016 —unas 80.000 menos que el año anterior—, un 36% fueron como consecuencia de enfermedades del sistema circulatorio, principalmente ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
El segundo gran grupo, el 26% del total, se correspondió con casos de cáncer.
El 33% de esas muertes fueron de personas menores de 75 años (1,7 millones).
El 29% tenían entre 75 y 85 años (1,5 millones).
Y el 38% tenían más de 85 años (1,9 millones).
Los únicos países donde el cáncer fue la primera causa fueron Dinamarca, Francia, los Países Bajos y Reino Unido.
En España la baja tasa de mortalidad se explica con la alta esperanza de vida: la media de edad de las muertes es de 83 años, frente a los 80,6 del resto de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). España es el segundo por detrás de Japón, donde ese indicador alcanza los 83,9 años. “Pese al panorama privilegiado de España, el reto pendiente es reducir la arterioesclerosis, que es el envejecimiento de las arterias y el cúmulo de grasa y colesterol malo en sus paredes”, alerta el doctor Anguita, que recuerda que el 50% de la población presenta niveles excesivos de colesterol malo, provocado por una mala alimentación, falta de ejercicio y, en algunos casos, por un componente genético.
MENOR INVERSIÓN SANITARIA
España es uno de los países en el que más cayó la inversión en sanidad durante los años de la crisis. Entre 2009 y 2013, el Estado incrementó el gasto en 0,6 puntos. En años anteriores, esta tasa alcanzó los 3,4 puntos. El gasto sanitario en 2016 se situó por debajo de la media de la OCDE, unos 2.800 euros por habitante al año, casi 700 euros menos que el resto de países, cuya media sobrepasó los 3.400 euros.
El 99,8% de los españoles tienen acceso a la sanidad pública, dos puntos por encima de la media de la OCDE (97,9). Aunque el número de médicos por habitante es superior a la media (3,9 por cada 1.000 habitantes frente a 3,4), suspende en número de enfermeros: hay 5,3 por cada 1.000 habitantes, frente a los 9 de media del organismo.
“Los más afectados son los mayores de 70 años y nuestra población está muy envejecida”, añade. En 2050, casi un 40% de la población española tendrá más de 65 años, según previsiones de la OCDE. A la alta tasa de esperanza de vida se suma la baja natalidad —1,3 hijos por mujer—. Desde 1970 hasta 2015, la esperanza de vida en España mejoró en más de diez años, desde los 70 hasta sobrepasar los 80. Por sexos, las mujeres viven hasta cinco años más que los hombres, y superan los 85 años de media, como sucede en Japón, Francia, Corea del Sur y Suiza.
“No nos tenemos que contentar al compararnos con otros países europeos, sino analizar en qué estamos fallando y predecir cómo podría repercutir en la mortalidad futura”, indica Ildefonso Hernández, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández. Uno de los focos a analizar, apunta el experto, es la pobreza infantil. España tiene una de las mayores tasas de la UE (28,3%), solo por detrás de Rumanía (32,2%) y Bulgaria (29,2%). “Ese estrato de la población se está exponiendo a alimentos baratos pero pobres nutricionalmente. Esa ingesta aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y aunque el impacto todavía no es visible, lo será”, añade.
El repunte de los fumadores es otro de los condicionantes. El efecto disuasorio de la ley antitabaco, que entró en vigor en 2011, empezó a flaquear en 2017, cuando los consumidores diarios crecieron en cuatro puntos porcentuales respecto a 2010, con un 34% de la población adicta. “Hay que reforzar las políticas públicas que restrinjan el consumo de tabaco, con una incidencia directa sobre las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Hacen falta medidas valientes y drásticas, como el control de las bebidas azucaradas”, opina Carmen Vives, expresidenta de la Sociedad Española de Epidemiología y profesora de la Universidad de Alicante.
Otras causas de muerte
La tercera causa de muerte en la UE fueron las enfermedades del sistema respiratorio, que mataron a 422.000 personas en 2016 —el 8% de todas las muertes—. Las enfermedades del sistema digestivo, con 222.000 muertes, fueron el 4%; las enfermedades mentales y del comportamiento como la demencia, causaron 220.000 muertes, otro 4%; y las enfermedades del sistema nervioso, incluido el alzhéimer, provocaron 219.000 muertes, el 4%.
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Mila Otero (@mila_otero) twitteó a las 10:52 a. m. on mié., jul. 17, 2019: Gracias al trabajo inmenso del personal ( q no de los gestores) sanitario. Este personal está a punto de explotar por (hiper)sobrecarga de trabajo, precarizacion ( hasta 75 contratos diferentes en 7 años de trabajo).. la consigna es cargárselo y privatización (https://twitter.com/mila_otero/status/1151414272511160320?s=09)
El Comentarista responde a la Fuente 00:
L. NICOLÁS CENTELLES (@Luis_NICOLAS_C) twitteó a las 9:25 a. m. on mar., jul. 23, 2019: … y, de seguir así, el resultado final no merece halago alguno …
Tener un título universitario en España no es, ni mucho menos, garantía de una vida resuelta. En 2018, el 27,7% de los titulados (de un total de 233.626) que finalizaron sus estudios en 2014 no tenía empleo. Así se desprende del informe Inserción laboral de los egresados universitarios presentado hoy por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. A ese dato se suma otro igualmente alarmante: España es uno de los países de la Unión Europea donde los licenciados desempeñan en mayor medida trabajos de baja cualificación, un 37,1% frente al 23,2% de media europea, según datos del informe de la Fundación CYD de 2017.
«Los estándares de calidad educativa son altos y los programas académicos muy parecidos, lo que demuestra que ahí no está el problema: la formación con la que salen los alumnos españoles de la universidad es muy similar a la del resto de Europa», señala Francisco Michavila, consejero de Educación de España ante la OCDE. En su opinión, la gran diferencia está en el mercado laboral, «muy distorsionado» en el caso español. «Un informe europeo de hace 15 años [el proyecto Reflex, The Flexible Professional in de Knowledge Society] ya lo señalaba, las empresas grandes se comportan de forma parecida, pero hay muchas pequeñas y medianas que no tienen capacidad para investigar o innovar y eso se traduce en trabajos menos ajustados a la formación universitaria. Los mejores se quedan en las empresas potentes, el resto hace de todo», asegura Michavila, hasta 2017 director de la cátedra Unesco de Gestión Universitaria.
El informe del ministerio, en el que se han analizado los datos de inserción laboral de los egresados universitarios del curso 2013-2014 durante los cuatro años posteriores a la finalización de sus estudios, muestra que el 72,3% de ellos estaba dado de alta en la Seguridad Social en 2018 y que, de esos, solo el 9% en régimen de autónomos. La tasa de afiliación aumenta según transcurren los años después de terminar los estudios. Del 47% del primer año, se pasa al 72,3% del cuarto. Entre los egresados, el 72% de los que consiguieron un contrato fueron hombres y el 71,9% mujeres.
Los campos con menor empleabilidad son Bellas Artes (50,5% de afiliados después de cuatro años), Otras lenguas extranjeras (50,8%), Lenguas modernas y aplicadas (54,2%), Historia del Arte (55,2%), Historia (55,6%), Derecho (55,8%), Filosofía (56,1%), Traducción e Interpretación (56,5%), Humanidades (58,3%) y Criminología (59,1%). Al contrario, los de empleabilidad más alta son Medicina (91%), Óptica y optometría (90,2%), Podología (88,9%), Ingeniería eléctrica (85%), Informática (84,6%), Logopedia (84,5%), Ingeniería mecánica (84,1%), Farmacia (84,1%), Ingeniería electrónica industrial y automática (83,8%) e Ingeniería agraria y agroalimentaria (83,7%).
Carreras con mayor empleabilidad. En % sobre el total de graduados en 2013-14.
El informe no analiza la situación personal del 27,7% que no encontró empleo, pero señala que «cada vez es más frecuente» que al finalizar los grados se inicien estudios de máster y que eso «podría explicar que los primeros años el número de altas laborales sea menor». Tampoco se contabiliza cuántos trabajan en el extranjero.
María, que prefiere no dar su nombre real, tiene 28 años y vive en Madrid. Hace cinco que acabó sus estudios en Publicidad y Relaciones Públicas y ahora está en el paro, pero por decisión propia. «Encadené trabajos precarios, de falsa autónoma, y cuando por fin conseguí mi primer contrato me di cuenta de que no quería vivir enfadada, con horarios imposibles y sin casi poder de decisión. Mi creatividad estaba estancada». Por eso, decidió dejar su empleo y preparar oposiciones. «Soy joven y tengo la suerte y los recursos económicos para poder decidir un futuro mejor. No todos los que no trabajamos es porque no encontramos, algunos preferimos seguir estudiando», cuenta.
Más trabajo para Ingeniería y Arquitectura
Por ramas de especialización, las tasas de afiliación a la Seguridad Social en 2018 fueron del 77,7% en los grados de Ingeniería y Arquitectura, del 76,8% en Ciencias de la Salud, del 71,5% en Ciencias Sociales y Jurídicas, del 68,6% en Ciencias y del 57% en Artes y Humanidades. Sobre el tipo de contratos, en 2018 el 51,3% fueron indefinidos y el 48,3% temporales. La mayor temporalidad se dio en Ciencias de la Salud (un 67%) y la menor en Ingeniería y Arquitectura, con un 67,2% de contratos indefinidos.
El secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón, cree que este informe sirve para que los estudiantes conozcan la empleabilidad de cada grado, pero no para tomar decisiones sobre cierre de carreras. «Eso hay que estudiarlo con calma. No sabemos qué empleos se demandarán dentro de 15 años y, sobre todo, la Universidad no solo debe formar trabajadores sino ciudadanos con conciencia crítica. Si solo se tuviese en cuenta la empleabilidad desaparecerían grados», sostiene Pingarrón.
«Hay una serie de tópicos que hay que desterrar, como que el estudiante tiene que ser buenísimo en Matemáticas y Física para hacer una Ingeniería (donde hay más contratos). No es así. Hay que hacer la campaña en la secundaria», indica Michavila.
En una década (2008-2018) las carreras técnicas han perdido 74.000 alumnos en España. «Las empresas no paran de demandar egresados cualificados y se da la tormenta perfecta: bajan las vocaciones cuando más se necesitan”, opina Francisco Mora, rector de la Universidad Politécnica de Valencia. Para paliar esa situación, su universidad tiene una escuela de verano en la que se imparten talleres de arquitectura, robótica o física a 1.800 niños de tres a 14 años con la intención de despertar vocaciones tecnológicas y científicas.
“En el caso de las niñas, creemos que hay un margen de mejora en los porcentajes de graduadas en ingenierías”, apunta Nekane Balluerka, rectora de la Universidad del País Vasco. Este año celebran un campus para niños de 14 años en Álava y Gipuzkoa para despertar vocaciones, convencidos de que con 16 años ya tienen una decisión tomada sobre lo que quieren estudiar y es demasiado tarde.
Menos y peores contratos para ellas
Es la segunda edición del informe (la primera es de 2015), con datos cruzados de universidades y la vida laboral de los afiliados a la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, por primera vez se han desagregado los datos por sexo. En el curso 2017-2018, de los 1,2 millones de estudiantes universitarios españoles, el 55,1% eran mujeres. Ese mismo curso se graduaron más de 290.000 alumnos, de los cuales el 57,9% eran mujeres. Además de ser mayoría, ellas también obtuvieron mejores notas en todas las ramas de conocimiento (Ciencias Sociales, Ingeniería, Artes y Humanidades y Ciencias de la Salud), excepto en Ciencias. Sin embargo, los datos señalan que cuatro años después de graduarse, ellas obtuvieron menos contratos indefinidos que ellos (un 46% frente a un 58,9%) y un sueldo medio inferior: 24.445 euros anuales frente a los 27.000 de ellos.
«Las carreras con más empleabilidad, las STEM [Ciencias, Tecnología, Ingenierías y Matemáticas], son a las que menos optan las mujeres. Ahí empieza una brecha que luego se convertirá en salarial. Ellos están en los ámbitos donde hay más trabajo y mejor pagado, por eso es tan importante que desde primaria y secundaria se les cambie el estereotipo. No puede haber ámbitos feminizados y otros masculinizados», indica Eva Alcón, rectora de la Universidad Jaume I de Castellón y primera delegada de igualdad de la conferencia de rectores (CRUE).
Otro punto a analizar es quién contrata, quién se encarga de la selección de candidatos en las empresas, añade Alcón. «La percepción cultural no se cambia de la noche a la mañana. La sociedad es mucho más consciente, pero eso no significa que la solución sea a corto plazo». Cuando los estudios de Informática pasaron a llamarse Ingeniería Informática cayeron las matriculaciones femeninas en toda España. “La palabra ingeniería provoca miedo”, se preocupa Francisco Mora, rector de la Politécnica de Valencia. De hecho en su grado Diseño y Tecnologías Creativas tienen muchas más alumnas que en el de Ingeniería Informática.
Balluerka, del País Vasco, cree que son las empresas las que tienen que tomar medidas para frenar la disparidad en las condiciones de trabajo por género. «Lo que determina la brecha es que las mujeres tienen en mayor medida contratos a tiempo parcial. Con la nueva ley que obliga a que los hombres se cojan la baja de paternidad esas cosas se irán regulando, pero las empresas tienen un papel muy importante». En el País Vasco la diferencia de inmersión laboral entre hombres y mujeres no es significativa. El 83% de quienes se graduaron en el 2014-2015 de media está trabajando. «Diferentes investigaciones científicas han demostrado que si mandas el mismo currículum con nombre de mujer las posibilidades de que te contraten son menores. El sesgo de género es clarísimo», critica.
Tasa de afiliación a la Seguridad Social
Por sexo y ámbito de estudio. Total de graduados en el curso 2013-14. En %.
L. NICOLÁS CENTELLES (@Luis_NICOLAS_C) twitteó a las 10:05 a. m. on mié., jul. 10, 2019: Algo que algunos de mi generación (la del «Baby-Boom») ya preveíamos cuando, estando enfrascados en nuestros estudios universitarios, alguno de nuestros profesores nos lo insinuaba… ¡Incluso mediante chistes!. (https://twitter.com/Luis_NICOLAS_C/status/1148865884108275713?s=09)
Ford recortará 12.000 empleos de los 53.000 empleos con los que cuenta en toda Europa como consecuencia de la reestructuración que anunció en enero y que supondrá deshacerse de seis de sus plantas en el continente. La multinacional estadounidense ha incorporado también en esos planes a las instalaciones de Almussafes, pero el presidente europeo de la compañía, Stuart Rowley, durante una rueda de prensa telefónica con periodistas este jueves, ha asegurado que la afectación se limitará a un cambio de turnos para asumir una reducción de la producción, anunciada a principios de este mes.
Según ha detallado Rowley, Alemania será el principal damnificado por el recorte, al tener que asumir 5.000 bajas laborales. Le seguirá Reino Unido, con 3.100 empleos menos, Rusia, con 2.200 personas afectadas por el cierre de tres plantas de producción y el resto de Europa, donde se prevén 1.600 afectados. El grueso de ese último grupo lo cubrirá Francia, donde Ford prevé cerrar su planta de fabricación de transmisiones, que afectará a unas 800 personas. La afectación en España estaría dentro de se grupo. Además, la división europea de Ford prevé el despido de unas 2.000 personas que realizan tareas administrativas.
La huella de fabricación de la marca en Europa se reducirá a 18 factorías para 2020. Ford echará el cierre o venderá la planta de motores de Bridgend, en Reino Unido; a la de transmisiones de Blanquefort, en Francia; a las de producción de automóviles de Naberezhnye Chelny y San Petersburgo y el centro de motores de Elabuga, en Rusia.También venderá a Magna la factoría de transmisiones de Kechnec, en Eslovaquia.
Sobre España no ha habido concreción y el presidente europeo de la compañía se ha limitado a afirmar que habrá un cambio de turnos que se prevé implementar a partir de septiembre para adaptarse a una reducción de la producción por la caída de las ventas de vehículos en Europa. Ese cambio conllevará la aplicación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). El objetivo de ese cambio es reducir el ensamble de vehículos en un número que va entre las 100 y las 150 unidades, de los 1.840 modelos Kuga, Transit, Mondeo, Galaxy y S-Max que salen cada día de las instalaciones. Ya se ha anunciado que Valencia dejará de producir el Transit para el mercado de Estados Unidos.
Aunque el ejecutivo ha admitido que los números europeos de Ford han mejorado este año, ha dudado de que puedan ser de nuevo positivos. El objetivo de Ford, compañía que se resiste a abandonar el mercado europeo como sí ha hecho General Motors –que se vendió Opel a PSA–, es alcanzar un beneficio bruto operativo equivalente al 6% de su facturación.
«Despedir a trabajadores y cerrar plantas son las decisiones más duras que tomamos», ha asegurado Rowley, quien ha reiterado la intención de que esas bajas lleguen de la mano de acuerdos con los sindicatos.
Rowley, durante la rueda de prensa, ha afirmado que la intención de la compañía es convertir su catálogo de vehículos e impulsar la electrificación. «Estamos electrificando todos nuestros vehículos para que nuestros clientes tengan opciones de adquirir vehículos divertidos de conducir, sean más económicos y sean mejores para el medioambiente», ha afirmado Rowley. Ford ha sellado una alianza para desarrollar vehículos comerciales con Volkswagen y se prevé que esa estrategia conjunta alcance también al lanzamiento de vehículos eléctricos.
La intención es que cada nuevo modelo que lance Ford llegue acompañado de una versión eléctrica y reducir así el posible impacto de las sanciones que la Comisión Europea ha preparado para los fabricantes que superen, de promedio, los 95 gramos de dióxido de carbono de emisiones por coche vendido. y kilómetro.
Ford ha decidido vaciar su catálogo de vehículos que no sean rentables (C-MAX, Grand C-MAx y KA+) y centrarse en los que más rendimientos les ofrezcan, lo que quiere decir centrarse en la línea de los SUV, como ha señalado hoy Rowley, y los comerciales. La nueva estrategia de Ford supone partir la filial europea en tres áreas: vehículos de pasajeros, comerciales, e importación. Esa última prevén triplicarla en un horizonte de cinco años.
Y, lo más «críptico» de ese asunto es que nadie dice nada, ninguno de los grandes medios audiovisuales de comunicación comenta lo más mínimo, ninguno de los partidos políticos con representación política lo menciona en sus ruedas de prensa, …
«… se impone la necesidad de un nuevo paradigma social (tanto en España al completo, como en la mayoría de países;tanto del Primer, como del Segundo, como del Tercer Mundo); en el que la recuperación de los principios sociales ya perdidos sea la actitud que rija ese Nuevo Orden Mundial (NWO-New World Order, en su acepción inglesa) tan denostado hasta ahora; y pase a ser motivo de orgullo …!